Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

El Cristiano y la Música Secular (Primera Parte)

Aunque el tema se ha tocado en innumerables ocasiones, sin duda, siempre es una conversación obligada al momento de juzgar o discernir en relación a la música que escuchamos y de donde esta proviene. Esta serie de artículos no busca crear un “manual de que debe” escuchar, pero si dar ciertas orientaciones que puedan ayudar a decidir conforme nuestra fe y relación con Dios. 
5 Premisas Introductorias 

Hace unos días participé del Congreso Integral para equipos de alabanza que se celebró en Iglesia del Camino. Mi aporte al evento fue impartir dos talleres, uno de los cuales se tituló como esta entrada. Después de compartirlo decidí plasmar las ideas principales a manera de artículos confiando en que lo que comparta, o por lo menos una pequeña parte, contribuya a sus convicciones musicales personales. 

El tema del taller que impartí en el Congreso Integral fue “El Cristiano y la Música Secular” y el subtítulo lo planteé en forma de pregunta: “¿Puede el cristiano escuchar música secular o sólo debe escuchar música cristiana?”. Sin embargo, luego de enviar mi bosquejo a los organizadores del evento para incluirlo en el manual del Congreso pensé que realmente la pregunta anterior debí haberla formulado mejor. La verdadera pregunta no debería cuestionar si el cristiano “puede” o “no puede” pues de poder, todos pueden hacer lo que se les antoje. ¿No dijo el apóstol Pablo “todo me es lícito”? Pienso que la pregunta estaría mejor planteada sustituyendo la palabra “puede” por la palabra “debe”. En este sentido la pregunta debería ser no si podemos, sino si “debemos” o no escuchar música secular. 

Cinco Premisas Fundamentales 

Antes de expresar mis pensamientos quisiera establecer algunos fundamentos que me ayudarán a transmitir mis convicciones sobre el tema de la música y de este modo usted comprender el espíritu desde el cual escribo. 

En primer lugar, comparto este tema en La Aventura de Componer porque estoy consciente de que los compositores escuchan mucha música. Para ser un buen compositor y para mantenernos actualizados debemos estar empapándonos constantemente de esto que nos apasiona tanto: la música y las canciones. Aunque sé de muchos que han establecido para sí mismos la norma de sólo escuchar música cristiana, un buen porcentaje de escritores escucha música secular. ¿En qué porcentaje? No lo sé, cada quien debería saber cuánto de estos tipos de música escuchan en su dieta de canciones diarias. Por lo tanto, la duda que surge es si es correcto que un compositor cristiano escuche música secular o no, o si sólo debería escuchar música cristiana. 

En segundo lugar, no solo quienes componemos nos preguntamos dónde está la línea divisoria entre los tipos de música que deberíamos escuchar, también se lo pregunta el cristiano comprometido con su fe. Claro que muchos cristianos no se cuestionan estas cosas quizá porque no ven conflicto entre ambos tipos de música y por lo tanto,escuchan todo por igual; sin embargo, la conciencia del cristiano que busca profundizar su relación con Dios le advierte en cuanto a qué sí y qué no debería oír. Para todos quienes tienen dudas al respecto les dedico estos artículos. 


En tercer lugar, voy a abordar el tema partiendo de que la música cristiana es aquella que producen los cristianos y la música secular aquella que producen quienes no profesan la fe cristiana. La diferenciación entre músicacristiana y música secular la uso partiendo del marco teórico de la mayoría de creyentes que definen así la música; sin embargo, si fuéramos estrictos con estos términos la verdad no existe música cristiana y no existe música secular. La música es música. Es decir, no existe el “Do” cristiano ni el “Do” secular. El “Do” es “Do” y punto, lo toque un creyente o lo toque un pagano. Tal vez una mejor forma de diferenciar los tipos de música sería decir que es música producida por cristianos y música producida por no cristianos. Pienso que es una forma menos absurda de diferenciar ambas. 

En cuarto lugar, reconozcamos que la Biblia no dice nada referente al tema. En el sentido que hay temas en los que la Biblia es clara al decir qué sí y qué no es bueno, qué cosas son blancas y qué cosas son negras. Sin embargo, en cuanto a la música cristiana y secular la Biblia no dice nada y por lo tanto, el tema es un tema gris. En este sentido debemos apelar a principios bíblicos para definir qué sí y qué no está bien y de este modo buscar hacer la voluntad de Dios. A través de estos artículos basaré mis reflexiones en principios para poder determinar las convicciones que debería caracterizarnos a aquellos que decimos ser cristianos. 

Por último, recordemos que el tema de la música es un tema apasionante. Lamentablemente algunos no saben controlar sus pasión y a lo largo de los años he presenciado discusiones acaloradas entre cristianos al punto de faltarse el respeto cuando han abordado el tema de la música. ¡Ni se diga cuando sale a relucir el punto de los ritmos! Los que dicen que no deberíamos oírla tachan de carnales a quienes sí la oyen, mientras que quienes defienden el hecho de que es válido oírla tachan de religiosos a quienes dicen que no debería oírse. Le invito a que sea moderado, a que considere mis pensamientos como pautas para iniciar una reflexión mucho más profunda. Si usted llegara a estar de acuerdo conmigo, bien; y sino, también está bien. Pero ojo: Yo le seguiré amando en el Señor independientemente de su postura. Espero que usted lo haga después de conocer la mía. ¿Ok? 

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